En el imaginario colectivo reside la idea del dentista u odontólogo como profesional unitario y exclusivo que se encarga de todas las cuestiones que atañen a la salud bucodental, como es el caso de las prótesis. Al fin y al cabo, es la persona con la que nos relacionamos, le contamos nuestros problemas, nos ofrece soluciones y las aplica. Parece que todos los procesos empiezan y terminan en él.
Sin embargo, la práctica odontológica es rica y compleja. No solo es que solo un profesional no pueda abarcar todo lo que implica su aplicación, sino que es necesaria la presencia de diversos perfiles que aporten su experiencia en cada campo. Solo de esta forma se puede ofrecer la mejor restauración de la funcionalidad bucodental.
La prótesis dental
Ante cualquier eventualidad, ya sea por el paso del tiempo o por algún problema propio o adquirido, nuestra boca puede verse afectada. Hay casos en los que, el odontólogo, a través de su práctica, puede solucionarlos. Pero en otros, es necesario un elemento artificial que restaure la forma y anatomía de nuestros dientes. A esto es a lo que llamamos prótesis dental.
El protésico dental
La planificación y ejecución de las prótesis dentales requieren un mimo y un cuidado que combinen a la perfección la ciencia de materiales con la experiencia de un reputado artesano. Este perfil es el que denominamos protésico dental. A veces puede ser nuestro propio odontólogo, pero un protésico dental necesita una formación específica y especializada.
Al servicio de tu salud bucodental
Cada uno tenemos unas necesidades bucodentales diferentes. En esa búsqueda, la mejor opción es contar con un conjunto de profesionales específicos que nos puedan dar soluciones adaptadas a nuestros problemas. Por eso nosotros te ofrecemos nuestro laboratorio dental, donde contratamos a los mejores protésicos para que nuestros odontólogos, en nuestra clínica, puedan centrarse en lo que mejor saben hacer: cuidar de tu boca.